martes, 8 de marzo de 2005

Dia internacional de la mujer

He estado leyendo algunos posts de mis compañeras bloggeras y la verdad es que está casi todo dicho ya, así que por mi parte me gustaría poner humor al tema y os recomiendo un especial de 'El Mundo' sobre este día.

Este sentimiento general que se respira hoy me hace pensar en lo que he vivido estas dos últimas semanas. El jueves teniamos la entrevista con la tutora de Héctor, el mayor, a las 15:45. Fue a esta hora de forma excepcional, ya que la hora destinada para entrevistas es a las 12:30 (a mediodia según el centro, y a media mañana según mi visión). Acabamos a las 16:30 justo cuando Héctor salía del cole. Se llevó una alegría enorme! Estando los tres juntos nos fuimos a buscar a los pequeños, que pusieron una carita cuando me vieron... Víctor se fue con Carles, mientras que Jan se abrazó a mí y estuvo así sin moverse un buen rato. Evidentemente no tanto como hubieramos querido porque, claro, mi menda tenía que volver a trabajar por la tarde. Cuando salimos de la guardería, me tuve que separar de ellos y Héctor se puso a llorar, reclamando que sólo un día le había ido a buscar y que no quería que me fuera a trabajar. Me fui con el corazón roto y con el ánimo por los suelos. Cabe destacar que él en dos minutos estaba jugando sin acordarse de mí, seguro!. Al menos tengo la suerte que él ya entiende que trabajo para ganar 'dinerito' y para que se conformara le dije que me iba a trabajar para ganar el dinero suficiente para comprarle una mochila nueva para ir de Colonias. En cuanto llegué, por supuesto me la pidió. Suerte que la habíamos comprado el sábado anterior y aún no se la habíamos dado...

Ayer, lunes, tuvimos la entrevista con la educadora de los peques. Esta vez fue a las 15 h y acabamos a las 16:30 y más de lo mismo... Por supuesto sal corriendo del despacho y de comer, olvidaté...Y lo peor, separarme nuevamente de ellos y ver cómo, pudiendo disfrutar toda la tarde con ellos, tengo que volver a trabajar... :'(


Es horrible pasar por momentos como este, pero más terrible es pensar que no vivo cada momento con ellos y me considero muy desafortunada por no poderlo hacer. Desde aquí expreso mi disconformidad ante la incompatibilidad de la vida familiar con la laboral. Ser madre(o padre) trabajadora requiere no sólo un esfuerzo físico notable sino una capacidad extraordinaria de no pensar en todo lo que te estás perdiendo. Y si eres afortunada, en casa te valoran todo el esfuerzo, pero en el ámbito laboral, no sólo no eres valorada sino que pretenden hacerte sentir que llevas un lastre acuestas que te incapacita para ser 100% profesional.

Conclusión: Quiero retirarmeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

betta dijo...

ai, aquest post m'ha posat molt trista, nena. :(

per cert, quina es la teva identitat a flickr? es per a afegir-te com a contacte! ;)