miércoles, 21 de marzo de 2012

300 pulsaciones

Los días van pasando, las semanas caen una tras otra, meses que apenas vivo... Creo que ha llegado el momento de reconocer lo que tanto me cuesta y es que creo que, por más vueltas que le dé, no conseguiré volver a darle vida a este blog.

No se que es exactamente lo que me impide ponerme a ello, pero quizás debería buscar un motivo más allá de lo estrictamente relacionado con el tiempo y con la afición a compartir palabras.

Quizás se trata de una etapa quemada y debo poner mis miras en otra dirección. Quizás sólo es una racha pasajera (aunque mira que dura). Quizás los 'motivos' que me llevaron a escribir aquí han crecido. Quizás mis compañeros de viaje bloguero han ido cayendo por el camino. Quizás me siento en él encorsetada y etiquetada. Quizás, quizás...

En cualquier caso, he decidido que no pienso hacer ningún esfuerzo; que tan sólo dejaré que fluya la necesidad de pasarme por aquí. Y eso es justo lo que hoy me ha llevado a escribir estas cuatro palabras.

Y curiosamente hoy, celebro la entrada número 300 de este blog. Gracias a todos los que en algún momento del camino habéis pasado por aquí, algunos os habéis instalado y otros os habéis marchado, pero todos y cada uno de vosotros habéis dejado una huella. GRACIAS