El momento más especial de la fiesta para mé fue el del pastel. Bueno, pasteles, en este caso... Como hacía aire las velas se iban apagando continuamente, así que las tuvimos que encender más de una vez. Espero que la mala suerte nos disculpe y no aparezca por haber vuelto a encender unas velas de cumpleaaños... En realidad nadie las había soplado antes.
En fin, Vícto yi Jan se quedaron perplejos ante sus pasteles aunque sabían perfectamente lo que tenían que hacer y pobres, no hacían más que soplar sin conseguir demasiado. Suerte del viento, que sino...
Hubo un tercer pastel para Cristina, la novia de mi hermano, que cumplió diecinueve años el día 13 (quien los pillara...) y también se quedó tan perpleja como los peques.
Y, en conclusión, si es que un cumple no es un cumple si no hay pastel...
En fin, Vícto yi Jan se quedaron perplejos ante sus pasteles aunque sabían perfectamente lo que tenían que hacer y pobres, no hacían más que soplar sin conseguir demasiado. Suerte del viento, que sino...
Hubo un tercer pastel para Cristina, la novia de mi hermano, que cumplió diecinueve años el día 13 (quien los pillara...) y también se quedó tan perpleja como los peques.
Y, en conclusión, si es que un cumple no es un cumple si no hay pastel...
3 comentarios:
y cara de pillina que pone tu nena! felicidades por partida doble
:*
Pobrets... venga a bufar...
Me alegro que lo pasárais tan bien.
atrapada--> jajajaja mi 'nena' se llama Víctor... io niñas no se hacer... ;-)
Isa-->Aissss si, y lo hacían con unas ganas...
Besitos pa las dos
Publicar un comentario