En la carnicería

No era la primera vez que ella entraba en esa carnicería, ni siquiera la segunda.

-"¿Es usted la última?"
-"Sí señora, pero ya me atienden"

A los dos minutos, ya le llegó su turno.

-"Buenas tardes, ¿qué ponemos?"
- "De momento, un pollo a cuartos."

Mientras esperaba que la carnicera le cortara el pollo, se puso a mirar el resto de carnes hasta decidir qué más compraría.

-"¿Qué más?"
-"Dos quilos de pechuga de pollo fileteada para rebozar, me lo pone en dos bandejas separadas, por favor."
-"¿Algo más?"
-"Sí, quince trozos de lomo para la plancha y quince más para hacer libritos; me lo pone también por separado, si es tan amable."
-"Ya está ¿Alguna cosa más?"
-"Sí, un quilo y medio de tapa plana, y creo que nada más"
-"Muy bién, pues aquí tiene", le dijo mientras le pasaba la bolsa de la compra por encima del mostrador. "Me he dado cuenta que cada semana se lleva más o menos lo mismo... Es para un restaurante, no?"
-"No señora... tengo tres hijos."

Carles.